viernes, 8 de julio de 2011

CONTRATO ADMINISTRATIVO DE SERVICIO (CAS)

El Contrato Administrativo de Servicios (CAS)  es una modalidad contractual de la Administración Pública, privativa del Estado, que vincula a una entidad pública con una persona natural que presta servicios de manera no autónoma.

Se rige por normas del derecho público y confiere a las partes únicamente los beneficios y las obligaciones que establece el Decreto Legislativo Nº 1057 y su reglamento aprobado por Decreto Supremo Nº 075-2008-PCM.

No está sujeto a las disposiciones del Decreto Legislativo Nº 276 – Ley de Bases de la Carrera Administrativa y de Remuneraciones del Sector Público—, ni al régimen laboral de la actividad privada, ni a ningún otro régimen de carrera especial.

El régimen que regula el CAS de personas establece un nivel de ordenamiento y reconocimiento de derechos, los mismos que se detallan a continuación y que requieren de ciertas precisiones a efectos de garantizar su pleno ejercicio:  
  • Un máximo de cuarenta y ocho horas de prestación de servicios a la semana. Con ello, el Estado regula la jornada semanal máxima de prestación de servicios, estableciendo un tope de horas máximas.  Así la entidad, en ningún caso, podrá suscribir contratos o exigir más horas que las señaladas en la norma, pudiendo contratar por menos horas a la semana, de considerarlo conveniente. 
Para el cumplimiento de la presente disposición se hace necesario llevar un registro del ingreso y salida de dicho personal, con el objeto adoptar las medidas respectivas. La prestación de servicios en sobretiempo se compensa con descanso físico sustitutorio.
  • Descanso semanal pagado de veinticuatro horas continuas.  Este es otro beneficio con el que cuenta el trabajador bajo la presente modalidad contractual.  Mediante este beneficio se pretende garantizar que el contratado tenga al menos un día a la semana de descanso.  La oportunidad del descanso será determinada por la entidad, de acuerdo a sus propias necesidades.
  • Descanso físico pagado de quince días calendario continuo por cada año de servicios. El descanso físico es el beneficio con el que goza el contratado para no prestar servicios por un periodo ininterrumpido de 15 días calendario al año, manteniendo el derecho de recibir el íntegro de la contraprestación.
Dicho beneficio se adquiere al cumplir un año de prestación de servicios en la Entidad, contados a partir del día siguiente de suscrito el CAS.  La renovación o prórroga no interrumpe el tiempo de servicios acumulados.
  • Afiliación, como afiliado regular al Régimen Contributivo de la Seguridad Social en Salud.
  • Afiliación a un régimen de pensiones. La afiliación a un régimen de pensiones es opcional para quienes ya vienen prestando servicios a favor del Estado y sus contratos - cuando la entidad decida renovarlos o prorrogarlos - se sustituyan por un CAS. Es obligatoria para las personas que sean contratadas bajo este régimen a partir de su entrada en vigencia. A estos efectos, la persona debe elegir entre el Sistema Nacional de Pensiones o el Sistema Privado de Pensiones.
La duración máxima de contratación administrativa de servicios es de un año fiscal, es decir, que se podrá contratar a una persona como máximo hasta el 31 de diciembre del año en que se suscriba el contrato.  No es aplicable el plazo de duración del contrato CAS para los casos de funcionarios, directivos y demás personas designadas por resolución.  Los contratos CAS podrán renovarse o prorrogarse las veces que sea necesario. Cada prórroga o renovación solo podrá efectuase como máximo hasta el 31 de diciembre de cada año.

BOREOUT y BORNOUT

La sociedad del conocimiento en la que vivimos junto al avance de las nuevas tecnologías y la facilidad de acceso a multitud de información está provocando que los trabajadores dispongan de más información que la propia Dirección o Gerencia de la empresa.  Esto hace que nos encontremos con una nueva situación: Personas muy informadas y preparadas que se hallan encorsetadas por la propia estructura de las organizaciones, ya que estas, para mantenerse en el tiempo, han requerido de una cierta estabilidad que les permita atender a los mercados de una forma eficaz y eficiente con procesos claros y definidos.

Esto ha generado que muchas de las capacidades y habilidades de los trabajadores no puedan ser explotadas porque no encajan en la estructura definida en la empresa.  La consecuencia de ello es, en primer lugar, un desperdicio tremendo de talento y de posibilidades para la compañía, y por otra, un desgaste físico y psicológico de los trabajadores afectados que los puede llegar a inutilizar para una vida profesional plena y satisfactoria.

BOREOUT: Muchas personas sufren de un gran aburrimiento y desinterés por su puesto de trabajo.   Este sentimiento viene acompañado, en la mayoría de los casos, de un bajo estado de ánimo, desorientación y un pobre nivel de rendimiento (infraexigencia).  Este comportamiento recibe el nombre de síndrome del "boreout",  Es un malestar común que afecta a todo empleado al menos una vez en su vida laboral.

El síndrome del Boreout es causado principalmente por:
  • Falta de delegación: cuando el trabajador se encuentra con responsables de área que no suelen delegar, ve su trabajo limitado a tareas muy escasas y encuentra mermada su capacidad de emprendimiento.
  • Estructuras rígidas: a veces no es problema del inmediato superior, sino que es un problema de que la organización tiene una estructura rígida de enfoque de negocio que impide a los que están por debajo desarrollar su potencial.
Si usted responde afirmativamente a más de dos preguntas y si esta situación es de tipo permanente, quizá usted esté padeciendo de este síndrome:


  • ¿Me cuesta poner en marcha cualquier iniciativa, por mínima que sea?
  • ¿Me encuentro físicamente cansado de forma permanente en cuanto llego al trabajo?
  • ¿Cada día dedico más tiempo a cuestiones personales en el trabajo que a las profesionales?
  • ¿Tengo un sentimiento de culpabilidad cuando regreso a casa e intento hacer cosas en el hogar relacionadas con el trabajo?
  • ¿Soy incapaz de decirle nada a mi inmediato responsable acerca del trabajo que desempeño y el rendimiento?
  • ¿Me cuesta definir claramente cuál es mi día a día en la empresa?
  • ¿Percibo cualquier comentario acerca de mi trabajo y mi puesto como un ataque directo hacia mi persona?
  • ¿Tengo un sentimiento de frustración constante cuando voy a reuniones porque siento que debo aportar más de lo que lo hago?
  • ¿Me encierro cada vez más en mí mismo y me resulta muy difícil relacionarme con el resto de áreas de la empresa?
BURNOUT:  Este término fue utilizado por primera vez por el psicólogo clínico Herbert Freudenberger para definir el desgaste extremo de un empleado.  Luego, lo adoptaron los sindicatos y abogados como elemento de ayuda para mencionar los problemas físicos generados por un grado de agotamiento excesivo.  En la actualidad es una de las causas más importantes de incapacidad laboral.  Su origen estaba centrado en los profesionales de la salud:  los médicos. 

El proceso lo describe en tres fases:
  • Fase de estrés: esta fase consiste en un desequilibrio entre las demandas del trabajo y los recursos de los que dispone el individuo para hacer frente a esos acontecimientos.
  • Fase de agotamiento: se refiere a la respuesta emocional inmediata del sujeto ante dicho desequilibro, es decir, que el trabajador presentará sentimientos de preocupación, tensión, ansiedad, fatiga y agotamiento.
  • Fase de afrontamiento: esta fase implica cambios en la conducta y en la actitud del trabajador, caracterizándose por un trato impersonal, frío y cínico hacia los clientes.
Actualmente, la mayoría de puestos de trabajo son cada vez más exigentes por lo que el burnout se manifiesta no sólo en profesiones asistenciales sino que se extiende a otros grupos profesionales que incluye desde directivos hasta profesiones no cualificadas.

Resulta importante establecer diferencias entre los síntomas cognitivos del burnout y sus consecuencias. Los síntomas son manifestaciones fisiológicas que se registran en el sujeto “quemado” tales como las cefaleas, dolores musculares, dolores de muelas, náuseas, hipertensión, úlceras, pérdida de la voz, pérdida de apetito, disfunciones sexuales y problemas de sueño, pero también pueden ser de carácter cognitivo y emocional. Los síntomas cognitivos han sido los menos estudiados, pero son de gran importancia en el comienzo del desarrollo del burnout.

Las consecuencias del burnout podemos analizarlas desde una perspectiva multinivel:
  • Las producidas a nivel individual se caracterizan porque el afectado tiene dificultades para concentrarse o para tomar decisiones, se comporta de forma cínica, realiza una autocrítica orientada hacia la desvalorización propia, el autosabotaje, la desconfianza y la baja consideración hacia el propio trabajo.
  • Las que se producen sobre la conducta del trabajador y la organización donde desarrolla su trabajo, ya que la persona afectada querrá aislarse y evitar la interacción social. La empresa también paga un alto coste por tener trabajadores “quemados” ya que causan retrasos, disminuyen su productividad, aumentan las ratios de absentismo, piden ser cambiados de puesto, disminuyen su rendimiento laboral y el compromiso con la organización, realizan un trabajo de baja calidad, se ven involucrados en incidentes y accidentes, muestran públicamente sus intenciones de abandonar el trabajo, se quejan y reclaman constantemente.
  • Las producidas a nivel personal y conyugal. Así, se ha observado que las personas con altos niveles de burnout tienen menos satisfacción con la pareja y las conductas en el hogar son de irritación, disgusto y tensión. Esta situación incide especialmente en el deterioro de las interacciones personales y realimenta las consecuencias de los otros niveles.