La sociedad del conocimiento en la que vivimos junto al avance de las nuevas tecnologías y la facilidad de acceso a multitud de información está provocando que los trabajadores dispongan de más información que la propia Dirección o Gerencia de la empresa. Esto hace que nos encontremos con una nueva situación: Personas muy informadas y preparadas que se hallan encorsetadas por la propia estructura de las organizaciones, ya que estas, para mantenerse en el tiempo, han requerido de una cierta estabilidad que les permita atender a los mercados de una forma eficaz y eficiente con procesos claros y definidos.
Esto ha generado que muchas de las capacidades y habilidades de los trabajadores no puedan ser explotadas porque no encajan en la estructura definida en la empresa. La consecuencia de ello es, en primer lugar, un desperdicio tremendo de talento y de posibilidades para la compañía, y por otra, un desgaste físico y psicológico de los trabajadores afectados que los puede llegar a inutilizar para una vida profesional plena y satisfactoria.
BOREOUT: Muchas personas sufren de un gran aburrimiento y desinterés por su puesto de trabajo. Este sentimiento viene acompañado, en la mayoría de los casos, de un bajo estado de ánimo, desorientación y un pobre nivel de rendimiento (infraexigencia). Este comportamiento recibe el nombre de síndrome del "boreout", Es un malestar común que afecta a todo empleado al menos una vez en su vida laboral.
- Falta de delegación: cuando el trabajador se encuentra con responsables de área que no suelen delegar, ve su trabajo limitado a tareas muy escasas y encuentra mermada su capacidad de emprendimiento.
- Estructuras rígidas: a veces no es problema del inmediato superior, sino que es un problema de que la organización tiene una estructura rígida de enfoque de negocio que impide a los que están por debajo desarrollar su potencial.
Si usted responde afirmativamente a más de dos preguntas y si esta situación es de tipo permanente, quizá usted esté padeciendo de este síndrome:
- ¿Me cuesta poner en marcha cualquier iniciativa, por mínima que sea?
- ¿Me encuentro físicamente cansado de forma permanente en cuanto llego al trabajo?
- ¿Cada día dedico más tiempo a cuestiones personales en el trabajo que a las profesionales?
- ¿Tengo un sentimiento de culpabilidad cuando regreso a casa e intento hacer cosas en el hogar relacionadas con el trabajo?
- ¿Soy incapaz de decirle nada a mi inmediato responsable acerca del trabajo que desempeño y el rendimiento?
- ¿Me cuesta definir claramente cuál es mi día a día en la empresa?
- ¿Percibo cualquier comentario acerca de mi trabajo y mi puesto como un ataque directo hacia mi persona?
- ¿Tengo un sentimiento de frustración constante cuando voy a reuniones porque siento que debo aportar más de lo que lo hago?
- ¿Me encierro cada vez más en mí mismo y me resulta muy difícil relacionarme con el resto de áreas de la empresa?
BURNOUT: Este término fue utilizado por primera vez por el psicólogo clínico Herbert Freudenberger para definir el desgaste extremo de un empleado. Luego, lo adoptaron los sindicatos y abogados como elemento de ayuda para mencionar los problemas físicos generados por un grado de agotamiento excesivo. En la actualidad es una de las causas más importantes de incapacidad laboral. Su origen estaba centrado en los profesionales de la salud: los médicos.
El proceso lo describe en tres fases:
- Fase de estrés: esta fase consiste en un desequilibrio entre las demandas del trabajo y los recursos de los que dispone el individuo para hacer frente a esos acontecimientos.
- Fase de afrontamiento: esta fase implica cambios en la conducta y en la actitud del trabajador, caracterizándose por un trato impersonal, frío y cínico hacia los clientes.
Actualmente, la mayoría de puestos de trabajo son cada vez más exigentes por lo que el burnout se manifiesta no sólo en profesiones asistenciales sino que se extiende a otros grupos profesionales que incluye desde directivos hasta profesiones no cualificadas.
Resulta importante establecer diferencias entre los síntomas cognitivos del burnout y sus consecuencias. Los síntomas son manifestaciones fisiológicas que se registran en el sujeto “quemado” tales como las cefaleas, dolores musculares, dolores de muelas, náuseas, hipertensión, úlceras, pérdida de la voz, pérdida de apetito, disfunciones sexuales y problemas de sueño, pero también pueden ser de carácter cognitivo y emocional. Los síntomas cognitivos han sido los menos estudiados, pero son de gran importancia en el comienzo del desarrollo del burnout.
Las consecuencias del burnout podemos analizarlas desde una perspectiva multinivel:
- Las producidas a nivel individual se caracterizan porque el afectado tiene dificultades para concentrarse o para tomar decisiones, se comporta de forma cínica, realiza una autocrítica orientada hacia la desvalorización propia, el autosabotaje, la desconfianza y la baja consideración hacia el propio trabajo.
- Las que se producen sobre la conducta del trabajador y la organización donde desarrolla su trabajo, ya que la persona afectada querrá aislarse y evitar la interacción social. La empresa también paga un alto coste por tener trabajadores “quemados” ya que causan retrasos, disminuyen su productividad, aumentan las ratios de absentismo, piden ser cambiados de puesto, disminuyen su rendimiento laboral y el compromiso con la organización, realizan un trabajo de baja calidad, se ven involucrados en incidentes y accidentes, muestran públicamente sus intenciones de abandonar el trabajo, se quejan y reclaman constantemente.
- Las producidas a nivel personal y conyugal. Así, se ha observado que las personas con altos niveles de burnout tienen menos satisfacción con la pareja y las conductas en el hogar son de irritación, disgusto y tensión. Esta situación incide especialmente en el deterioro de las interacciones personales y realimenta las consecuencias de los otros niveles.
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