martes, 22 de febrero de 2011

El Acuerdo Nacional

El Acuerdo Nacional es el conjunto de políticas de Estado elaboradas y aprobadas sobre la base del diálogo y del consenso, luego de un proceso de talleres y consultas a nivel nacional, con el fin de definir un rumbo para el desarrollo sostenible del país y afirmar su gobernabilidad democrática.

Contiene cuatro grandes objetivos nacionales y 32 políticas de estado.  Este es el enlace para conocer cada una de las políticas más ampliamente: http://www.acuerdonacional.pe/AN/politicasestado.html



Plan Bicentenario Perú 2021

El Centro Nacional de Planeamiento Estratégico -CEPLAN- es el organismo técnico especializado que ejerce la función de órgano rector, orientador y de coordinación del Sistema Nacional de Planeamiento Estratégico. Está adscrito a la Presidencia del Consejo de Ministros.

El grupo de técnicos y especialistas ha elaborado el Plan Bicentenario Perú 2021, un documento muy importante para todos los que laboramos en el sector público o pretendemos hacerlo y en general para todos los peruanos interesados en su país y en el futuro.  A continuación les dejo el link para que puedan analizarlo paso a paso: http://www.ceplan.gob.pe/plan-bicentenario-indice

Asimismo, a continuación tienen los enlaces para ver una interesante entrevista realizada por Jaime de Althaus a José Chlimper, Waldo Mendoza y William Postigo sobre el Plan Bicentenario.

Video parte 1: http://www.youtube.com/watch?v=ltTX8S67Z2I


Video parte 2: http://www.youtube.com/watch?v=oseVsHkhWUA


Video parte 3: http://www.youtube.com/watch?v=6r41Ib3xT9A


Solución Creativa para problemas rutinarios

En una tarde nublada y fría, dos niños patinaban sin preocupación sobre una laguna congelada. De repente el hielo se rompió y uno de ellos cayó al agua. El otro cogió una piedra y comenzó a golpear el hielo con todas sus fuerzas, hasta que logró quebrarlo y así salvar a su amigo. Cuando llegaron los bomberos y vieron lo que había sucedido, se preguntaron: “¿Cómo lo hizo? El hielo está muy grueso, es imposible que haya podido quebrarlo con esa piedra y sus manos tan pequeñas...” En ese instante apareció un anciano y, con una sonrisa, dijo: “Yo sé cómo lo hizo”… “¿Cómo?” – Le preguntaron– “No había nadie a su alrededor para decirle que no podía hacerlo”.

¿Qué hubiera sucedido si esos niños se encontraban con sus padres? ¿Si los adultos se hubieran preocupado por volver a sus casas a traer las herramientas adecuadas o llamar a los bomberos y la ambulancia antes de sacar al niño del agua helada? ¿Si al ver que el niño pretendía romper el hielo lo hubieran apartado por temor a que también resbalase? Definitivamente el final de la historia no fuera tan feliz…

Tener la capacidad de solucionar problemas a todo nivel es además de una necesidad, un arte, que abarca conocimientos, habilidades, actitudes y sobre todo experiencia. Cuando nos enfrentamos a ellos son pocas las veces que recurrimos a ideas creativas para solucionarlos y menos aún para hacerlos “trabajar” a nuestro favor. Los problemas siempre deben tratarse con mucha pompa y la creatividad para solucionarlos resulta ilógica para muchos.

Hablando desde el punto de vista empresarial, existe una técnica sumamente útil para solucionar problemas conocida como “Seis Sombreros para Pensar” cuyo autor el Dr. Edward de Bono, quien además es inventor del proceso sistemático de pensamiento lateral; define como una técnica para superar crisis. Los seis sombreros representan seis maneras de pensar y se deben considerar como direcciones de pensamiento más que como etiquetas para el pensamiento. Esto quiere decir que los sombreros se utilizan proactivamente y no reactivamente.

El método promueve mayor intercambio de ideas entre más personas, separando el ego del desempeño. Cualquiera es capaz de contribuir a la exploración sin afectar el ego de los demás puesto que todos están utilizando el sombrero amarillo o cualquiera otro. El sistema de los seis sombreros fomenta el desempeño y la eficiencia más que la defensa del ego. Las personas pueden contribuir bajo cualquier sombrero aunque inicialmente hayan sustentado un punto de vista opuesto.

El sombrero blanco tiene que ver con hechos, cifras, necesidades y ausencias de información. El sombrero rojo tiene que ver con intuición, sentimientos y emociones, le permite al participante exponer una intuición sin tener que justificarla. El sombrero negro se utiliza para señalar por qué una sugerencia no encaja en los hechos, la experiencia disponible, el sistema utilizado, o la política que se está siguiendo, debe ser siempre lógico. El sombrero amarillo tiene que ver con la lógica positiva, debe ser utilizado para mirar adelante hacia los resultados de una acción propuesta, pero también puede utilizarse para encontrar algo de valor en lo que ya ha ocurrido. El sombrero verde es el sombrero de la creatividad, alternativas, propuestas, lo que es interesante, estímulos y cambios.

Finalmente, el sombrero azul es el sombrero de la vista global y del control del proceso. No se enfoca en el asunto propiamente dicho sino en el 'pensamiento' acerca del asunto.

Todo este trabajo puede complementarse eficientemente con otra técnica propuesta por el mismo autor conocida como “Seis Pares de Zapatos para la Acción”. Esta consiste en actuar de acuerdo a la situación logrando identificar así la solución más adecuada y el mejor curso de acción a seguir. Lo interesante de esta técnica es que se pueden combinar zapatos y enfrentar situaciones con un zapato formal azul marino y una pantufla rosa.

Los zapatos formales de color azul marino abarcan la forma de actuar relativa a la rutina y los procedimientos formales, las zapatillas grises se relacionan con la exploración, la investigación y la reunión de evidencias y su propósito es conseguir información, los zapatos marrones recogen comportamientos relativos a mostrarse con iniciativas, pero siendo flexibles, razonables y prácticos, las botas de goma naranja deben utilizarse cuando se requiere acción en la emergencia. La seguridad es la preocupación principal, las pantuflas rosa se relacionan a la forma de actuar que sugiere ternura, compasión y atención a los sentimientos y sensibilidades humanas y las botas de montar púrpuras han de utilizarse cuando se necesite autoridad, liderazgo y mando.

Ahora, cuando tenga algún problema trate de buscar soluciones desde todos los ángulos no sólo desde el obvio, analice todas las ideas por más ilógicas que le parezcan; se sorprenderá de los resultados que obtendrá. Recuerde que todo problema por más difícil que parezca tiene solución.


Para mayor información visite: http://www.edwdebono.com/


Proactividad vs Reactividad

Cuando uno hojea las páginas de los diarios y se topa con la sección de los anuncios de empleo no existe ni un solo que no incluya en su convocatoria la palabra “proactivo”, este término que la puso de moda, entre otros, el libro "Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva" de Stephen Covey es usado a diestra y siniestra para definir a un trabajador que se adelante a las circunstancias y no espere sentado las consecuencias, un tipo optimista, creativo, impulsor de metas y desafíos personales, seguro y oportuno en sus decisiones, asertivo en sus planteamientos, capaz de vencer los miedos para generar cambios, de anticiparse a los problemas para prever soluciones, capaz de actuar según sus sueños, receptivo a las diferencias e imprevistos y siempre en la búsqueda de nuevas alternativas en vez de malgastar su tiempo en lamentos. Concentra su energía en aquellas cosas sobre las que puede hacer algo. En resumen, ser proactivo significa saber tomar al toro por las astas, solucionar problemas con creatividad y rapidez en vez de quedarse estático llorando sobre la leche derramada, postura que siempre toman los reactivos, que son aquellas personas cuya conducta y estado de ánimo se ve absolutamente influenciado por su entorno, están bien sólo cuando lo que los rodea está bien ya que dependen de las circunstancias en vez de generarlas, manejarlas y mejorarlas.

El Dr. Covey asume la Proactividad como el primer hábito para desarrollar el carácter, lo describe como el hábito de la responsabilidad que busca como resultado la libertad de nuestras acciones; la proactividad se refiere a que ante cada estímulo del medio ambiente tenemos la habilidad de decidir la respuesta que queremos dar, esto quiere decir que no somos esclavos de las acciones que sobre nosotros se efectúan, sino libres ejecutores de nuestra conducta. Un ejemplo práctico en nuestra vida es el de un chofer de un automóvil que nos grita una obscenidad o nos toca el claxon insistentemente. En este caso nuestra respuesta puede variar desde tomar un arma y dispararle para luego sufrir las consecuencias legales de nuestra conducta hasta simplemente ignorarlo y no dejar que altere nuestra tranquilidad. Lo importante es que la decisión es nuestra, que somos los responsables de nuestra conducta.

Pero la proactividad no es una cualidad nueva ni un plus especial en seres evolucionados respecto a los demás, es más bien desarrollar al máximo la capacidad de ponerse en el lugar de los demás con la finalidad de poder –desde un panorama más amplio- observar con más claridad y precisión todo el contexto de la situación surgida. En el mundo actual, con tan vertiginoso crecimiento urge personas auténticamente proactivas, no sólo aquellas que se cuelgan el cartelito desde un currículo para llamar la atención de un posible empleador; para eso es una costumbre saludable alentar en nuestros subordinados, alumnos e hijos actitudes tales como el involucramiento, la receptividad a las diferencias tomándolas como una oportunidad para encontrar múltiples soluciones y puntos de vista, la creatividad, la comunicación asertiva, la iniciativa y el optimismo, todo lo cual reforzado con incentivos llegará a ser en corto plazo su forma de vida natural y no un comportamiento obligado.

Recuerde, la proactividad es una serie de conductas que deben concurrir en forma convergente en el desempeño cotidiano y real, no es un rasgo o característica abstracta, que alguien puede ofrecer o la empresa requerir, ser proactivo es darnos una posibilidad más allá de las soluciones obvias de responder al problema de una forma nueva, más dinámica, menos reactiva, tomando el liderazgo de nuestra propia vida, sólo así seremos mejores profesionales y desde luego mejores personas.


El Poder de la Creatividad

“... es un potencial que tienen todas las personas y qué sirve para emprender una actividad que hace que algo adquiera existencia”. (Gamez, 1998: 24-25).

La creatividad, cualidad tan exigida en nuestros tiempos principalmente en los campos educativo y laboral es aún un tema muy vago, confuso y mal entendido que parece abarcar una enorme cantidad de actividades, cualidades y talentos. La creatividad es un tema del que todos alguna vez hemos hablado, pero son muy pocos los que la han ejercido. Todos pretenden ser creativos, todos aspiran serlo, el asunto es ¿cómo?

Ser creativo significa, literalmente, hacer algo que antes no existía y creatividad es la facultad para crear… Pero crear ¿qué? y ¿para qué? Las personas somos naturalmente creativas, los peruanos lo somos aún más (bueno eso dicen) y son precisamente estos creativos los necesarios en las organizaciones con mínimas aspiraciones de productividad y eficiencia.

Ser creativo en una sociedad como la nuestra y en un país “subdesarrollado” donde la costumbre de “copia y pega” y la moda de lo pirata le corta las alas a la creatividad hace que los creativos reales sean muy limitados. Si a esto le sumamos las creencias de algunas personas que aún piensan que la creatividad es cosa de seres iluminados, que llega después de un par de copas o por una bendición especial desde el momento de nacer, o peor aún que la creatividad es cosas de publicistas, artistas o locos, el resultado es doblemente negativo, aún cuando todo el mundo sabe que son los creativos los únicos que pueden cambiar al mundo y a la humanidad.

Todos tenemos y necesitamos de la creatividad, si se trabaja con originalidad, con un plus adicional, con eficiencia y diferenciación se es creativo pudiendo serlo tanto el obrero que halla una forma más rápida de hacer una pared, un ama de casa al hacer un buen almuerzo para toda la familia con 5 soles o un científico que descubre una nueva vacuna.

Recuerde, la creatividad no es magia, pero se le parece, por la manifestación que tiene, por la forma de aparecer, pero previamente… Autorícese a soñar, trázese metas definidas, trabaje con concentración, pruebe, falle, intente, que las posibles frustraciones del camino le motiven y hagan que se dedique más al trabajo… Con mucha creatividad.



El famoso "Know How" (Saber hacer)



El término inglés Know How tan famoso en estos últimos tiempos es una expresión utilizada para denominar los conocimientos preexistentes no siempre académicos, que incluyen técnicas, información secreta, teorías e incluso datos privados (como clientes o proveedores) que manejan personas y empresas, que les adicionan un sello de distinción y las llevan por el camino del liderazgo.


Todas las cosas de esta vida –comer, trabajar, estudiar, hacer deporte, tocar un instrumento, cocinar, escribir, barrer, sentarse, pensar, descansar, afrontar contratiempos, etc.– tienen una manera correcta de hacerse y otras muchas incorrectas. Cualquier persona con dos dedos de frente elegirá la primera y desechará las últimas… El liderazgo no escapa a esta ley. El arte de la dirección o la conducción de hombres requiere, más que cualquier otra actividad humana, la habilidad o destreza en el oficio, el saber hacer que proporciona una ciencia o sabiduría teórica complementada por la sagacidad práctica que da una acrisolada experiencia. Para llegar a ser un buen dirigente, es necesario conocer bien las leyes del oficio, es indispensable tener un conocimiento claro y profundo de las reglas a que está sometida la acción rectora y directiva.


El prestigioso autor Ram Charam, profesor del Harvard Business School nos dice que los “know how” que caracterizan a las personas que logran desempeños son (1) POSICIONAMIENTO Y REPOSICIONAMIENTO: Encontrar la idea central en el negocio que permita satisfacer las demandas de los clientes y hacer dinero. (2) LOCALIZAR EL CAMBIO EXTERNO: Ser capaz de detectar patrones en un mundo complejo para poder ubicar al negocio en la ofensiva. (3) LIDERAR EL SISTEMA SOCIAL: Reunir a la gente correcta con las conductas correctas y la información correcta para tomar mejores decisiones más rápidamente y lograr resultados en los negocios. (4) JUZGAR A LA GENTE: Calibrar a las personas en función de sus acciones, decisiones y conductas y alinearlas con lo que no es negociable para un puesto de trabajo determinado. (5) CONFORMAR UN EQUIPO: Reunir a la gente altamente competente y a los líderes con un ego de alto nivel, para que coordinen sus acciones. (6) ESTABLECER METAS: Determinar un conjunto de metas que permitan lograr un equilibrio entre lo que el negocio podría llegar a ser con lo que realistamente puede lograr. (7) ESTABLECER PRIORIDADES CON ALTA PRECISIÓN: Definir el camino y alinear recursos, acciones y energías para lograr las metas y (8) MANEJAR LAS FUERZAS, MÁS ALLÁ DEL MERCADO: Poder anticipar y responder a las presiones sociales que uno no puede controlar que puedan llegar a afectar el negocio.

Tome en cuenta siempre que en cualquier actividad hay que proceder de manera lúcida e inteligente, lógica y racional, ateniéndose a su ley íntima, buscando la mejor manera de llevarla a cabo, y no de manera ciega e irracional, caprichosa y pasional, a lo loco y “a la buena de Dios”. Quien se meta a líder sin un mínimo saber previo no hará otra cosa que dar tumbos, sembrar el desconcierto y cosechar estrepitosos fracasos…

El Arte de la Asertividad

Con los cambios surgidos dentro de las organizaciones se han empezado a utilizar palabras que antes no eran tan comunes, una de ellas, la asertividad es la abanderada de las cualidades organizacionales y la exigencia mínima de los aspirantes a incorporarse a determinadas organizaciones.  Pero ¿qué es la asertividad?  La asertividad es una habilidad social que reúne las conductas y pensamientos que nos permiten defender los derechos de cada uno sin agredir ni ser agredido.  Básicamente es la expresión apropiada de nuestros deseos y sentimientos manteniendo los parámetros de la delicadeza y la cortesía; todo esto en clara contraposición con comportamientos agresivos o extremadamente permisivos. 

El comportamiento agresivo está basado en exigencias en vez de preferencias. El comportamiento es hostil y frecuentemente punitivo. Los comportamientos asertivos están basados en preferencias y deseos. Aquellos quienes son asertivos buscarán cambios. El comportamiento permisivo y por ende no asertivo puede ser evidenciado en la timidez y el comportamiento indirecto.

La mayoría de los problemas con la asertividad a menudo vienen de creencias ansiosas, sub o sobre valoración, culturas machistas o feministas ciertamente muy presentes en nuestra sociedad y malas experiencias que bloquean las expresiones de deseos y sentimientos, siendo un gran desafío expresarnos adecuadamente ya sea físicamente o con palabras.

La asertividad es una cualidad que se consigue con la práctica, empiece aprendiendo cómo pedir las cosas, tenga cuidado con la hostilidad y la exigencia extrema en sus solicitudes. Exprese con libertad sus sentimientos y críticas pero siempre recuerde ponerse en los zapatos del otro, nunca haga algo que no le gustaría que le hicieran. Si va a negarse hágalo con decisión y convicción y trate siempre de aportar soluciones alternativas. Aprenda a pedir explicaciones cuando se le solicite hacer algo no razonable. Sea breve y rápido en sus respuestas, mire directamente a los ojos, hable de frente, mantenga la serenidad.

Aprenda a valorarse, usted es muy importante pero tampoco se crea el centro del universo. Aprenda a criticar un determinado comportamiento en una determinada ocasión, no valore negativamente a una persona a la ligera ni le saque en cara lo que pasó diez años atrás. Use frases con el pronombre YO cuando critique comportamientos ajenos. Las frases que llevan la palabra TU tienden a impactar a las personas en una forma en que la probabilidad de que el actuar en forma defensiva aumente.

Los cambios en el comportamiento requieren práctica y tiempo. Si después de analizarse sin apasionamientos se da cuenta que no es asertivo, descubra las razones de por qué no lo es y después de identificarlas trabaje para reducirlas o eliminarlas. La asertividad es una cualidad para mejorar el ambiente laboral e interrelacionarse mejor con el entorno pero de ninguna manera asegurará que siempre la pase bien… Para que la situación cambie no basta un solo asertivo, se necesitan mínimamente dos. Aunque se sienta solo en esta aventura siga adelante y actúe siempre en forma asertiva, la práctica hace al maestro.

Es importar recalcar que los derechos de uno terminan justo cuando empiezan los del otro… Respetos guardan respetos… Ser asertivo no significa querer llevar siempre la razón, sino expresar nuestras opiniones y puntos de vista, sean estos correctos o no con mucha corrección. Al fin, todos tenemos también derecho a equivocarnos… pero el error se recordará menos si no hubo junto a él miedos u hostilidades. La experiencia aún en temas de comportamiento y habilidades sociales siempre nos hará mejores personas y por supuesto mejores profesionales.